Incendios forestales, heladas, deshielo de los nevados y hasta playas públicas en Bogotá: efectos del cambio en el clima.
Bogotá completa ya más de diez días de cielos azules, como descritos por un verso de Eduardo Carranza. Es algo que podría parecer lírico o anecdótico si no se enmarcara dentro del preocupante fenómeno del calentamiento global. Aunque no hay datos científicos que lo liguen irreversiblemente al severo verano capitalino, es posible sospechar que no se trata de una mera coincidencia. Mucho más cuando el Ideam, autoridad nacional hidrológica, acaba de revelar en Cambio que Colombia pierde cada año el 3 por ciento del área de sus glaciares. En el último siglo y medio, la extensión de nuestros nevados se redujo en 85 por ciento.
Una de las primeras consecuencias de la oleada de calor que llevó a la capital a algunas de las temperaturas más altas que se recuerden- han sido los temidos incendios forestales. Ayer, seis de ellos amenazaban los alrededores de Bogotá y otros dos, zonas cerca de Caldas y Santander. Eran particularmente graves los de Cota, Guasca y La Calera, que obligaron al Ministerio del Medio Ambiente a destinar tres helicópteros para apagarlos.
Las altas temperaturas que experimenta la capital también sorprenden en otras zonas del país, donde el termómetro supera con facilidad los 40 grados. No se salvan de los efectos de los caprichos climáticos ni los parques nacionales, 13 de los cuales cerraron sus puertas ante el temor de los incendios. La indispensable medida resulta más lamentable por cuanto el año pasado marcó un brillante récord de visitantes: cerca de 600 mil, 35 por ciento más que en el 2005. La primera quincena de enero registró aun otro aumento del 18 por ciento.
Igualmente grave ha sido el fenómeno inverso: el frío extremo, con récords como el de más de 8 grados centígrados bajo cero, registrado en Tenjo el domingo, que ha destruido 7.500 hectáreas de papa en 23 municipios del altiplano y ha provocado grandes pérdidas a los floricultores (ad portas del día de San Valentín), a los cultivadores de hortalizas y a los ganaderos de la altiplanicie. En total, unas 97 mil hectáreas habrían sido afectadas.
Igualmente grave ha sido el fenómeno inverso: el frío extremo, con récords como el de más de 8 grados centígrados bajo cero, registrado en Tenjo el domingo, que ha destruido 7.500 hectáreas de papa en 23 municipios del altiplano y ha provocado grandes pérdidas a los floricultores (ad portas del día de San Valentín), a los cultivadores de hortalizas y a los ganaderos de la altiplanicie. En total, unas 97 mil hectáreas habrían sido afectadas.
No se limitan las consecuencias del calor -y del frío-a parques y agricultura. También han modificado el comportamiento de los bogotanos. Ya pertenecen a apolillados libros de viajeros aquellos atuendos oscuros del paraguas, el sombrero y el sobretodo. Ahora pueblan las calles los oficinistas en camisa, los jóvenes en pinta de "tierra caliente" y los automovilistas sofocados por los trancones. A la pintoresca escena del domingo en Bogotá, cuando la Administración Distrital y una empresa privada crearon seis espacios de playa, con arena, sillas para tomar el sol y palenqueras que vendían frutas, sólo le faltaban las palmeras y un horizonte de olas espumosas que reemplazara los cerros tutelares.
La canícula ha servido para entibiar el espíritu de los cachacos, que, en el día, en forma masiva ocupan parques y plazas, como si la ciudad continuara en vacaciones. Hasta vestidos de baño aparecen en las zonas verdes. Quizás por ello hay más sonrisas y enamorados y menos agite.
Más allá de este efecto amable y pintoresco, lo claro es que estos cambios en el clima tendrán cada día más repercusiones sobre la disponibilidad de agua, la producción agropecuaria y el cuidado de los recursos. Hay que prever tiempos de climas extremos y revisar los mapas de riesgo y los planes de contingencia. Bogotá ha sido recientemente una fiesta de luz y sol (de día). Pero en medio de tanta alegría, conviene prepararse para las malas pasadas que puede jugar el clima.
7 comentarios:
mucha letra
Aunque falta un poco de imágenes el tema es interesante pero deberias clasificar mejor el contenido de tu blog, es decir que hay muchas partes en donde hay datos que no son tan básicos pero en fin te quedo bonito.
el tema esta interesante pero falta mas creatividad.gracias
EN SU TEMA LE FALTA ILUSTRACIONES, POR OTRO LADO ME PARECE INTERESANTO SU TEXTO.
Realmente el clima o es muy frío, o es muy caliente, esto nos pasa por no cuidar el planeta....
Ése trabajo lo hizo de afán. pobre en graficas y colores,busque más tiempo para investigar.
En el primer comentario seria bueno que colocara de vez en cuando una tilde por que queda todo de chorizo
Publicar un comentario